Have you seen Thomas? [ID]
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Have you seen Thomas? [ID]
O ríes, O lloras.
Thomas • Bourget
19 ▲ Hombre ▲ Bi ▲ Psicosis Maníaco-Depresiva ▲ Grado 2
FÍSICO
Thomas mide exactamente 1.71, es bastante delgado y de postura derecha. Su musculatura esta apenas desarrollada, pero no se le alcanzan a notar los huesos, a lo más, las clavículas y las caderas. Al rededor de sus brazos hay incontables marcas de cuchillo, así mismo en su espalda. El color de su piel es generalmente de un amarillo enfermizo o blanco papel, el tono solo cambia bajo sus ojos, donde se pueden ver sus eternas ojeras las cuales siempre contrastaran con el color obscuro de sus orbes marrones. El cabello lo lleva largo, alborotado, de un color miel bastante claro. Los mechones suelen caer despreocupadamente sobre su amplia frente, excepto cuando lleva el pelo con gel, peinado hacia atrás, cosa que suele suceder solo cuando hay visitas y de verdad le importa estar presentable. Sus rasgos faciales son finos, casi andróginos, suele estar con una leve sonrisa entre los labios de la cual ni él se da cuenta. Su ropa suele variar, pero usar mangas largas en poleras es ley, así también la ropa holgada o varias tallas más grandes que la adecuada.
PSICOLOGÍA
Cariño, cariño ¿Cuando fue que te rompiste en dos?
Thomas o Tom, siempre —O desde que tiene memoria clara y un relativo uso de la razón— ha vivido entre dos extremos. Suele suceder, que a la mayoría de la gente le toca el placer de conocer un estado intermedio, no por eso menos grave, entre la felicidad y la calma plena, Pero, lamentablemente este castaño se la pasa rebotando entre la depresión y la euforia cada día hábil existente. Así que, se podría decir, que hay dos formas concretas de conocerlo:La primera manera sería encontrarlo cómo alguien a primera vista sumamente explosivo y positivo hasta el punto de irritante, alguien que podría estar bailando y riendo en un funeral de alguien a quien solía amar. Es la clase de chico que nunca deja de sonreír, el que te toma las manos y te dice que todo estará bien hasta que estés convencido de ello. Y si, probablemente en esos momentos de euforia asfixiante el cree que de verdad esta feliz, se olvida de la opinión de los demás y simplemente vaga en la tierra olvidándose de que en verdad sigue habitando en el turbio lago que el mismo ha creado en su cabeza. Se vuelve capaz de hacer cosas que no se atrevería ni se esforzaría en conseguir normalmente, podría inyectarse drogas o asaltar a alguien solo por conseguir uno de sus objetivos generados por pasajeros sueños infantiles...Le cuesta concentrarse en solo un tema a la vez y aveces balbucea incoherencias, pero en el fondo es quizás —en el momento adecuado— una persona que podría sacarte una sonrisa, aunque sea a la fuerza.
La segunda manera, sería la más común, un bulto deforme sobre su cama, solo cubierto con las sábanas. Seguro que conoces al menos a una persona con depresión. En este estado, es casi un desperdicio de tiempo intentar hablarle, simplemente se tira y se pierde en su cabeza mientras que llora. Pasando esto por alto, el que esté así puede facilitar hablar de cosas más tranquilas con él o lograr un poco más afecto de su parte, ya que en alguna parte de sí es considerable que tal vez comience a tomar confianza, cosa que normalmente es imposible ya que con cualquier tipo de contacto puede ponerse un poco violento. Simplemente, no te pases de la raya, es como un gato. Si se te acerca, bien, si invade tu espacio personal, tu verás que haces, pero si te repele...No insistas. La gente insistente simplemente le irrita, le da asco, son una razón más para planificar suicidio. Sí, eso es algo normal y la razón de por que termino aquí, atentados contra su propia vida, cualquier cosa que digas le puede llegar sin que te des cuenta.
HISTORIA
Thomas “Noel” Bourget de alguna manera, siempre fue un niño que pudo haber sido considerado privilegiado entre sus pares. Le tocó la suerte de nacer en una familia de aquellas donde todo en cuanto a relaciones es de ensueño, le dirigía a él una pareja feliz que había logrado pasar cada prueba que el destino le había puesto adelante, por lo cual para ese entonces les permitía cuidar a su niño y a su niña como un par de joyas de gran valor. A esta temprana edad nunca tuvo nada realmente importante de lo cual quejarse, pero tampoco nada de lo cual presumir. Los amigos solían estar en la cantidad justa y la inteligencia del chiquillo, aparentemente, un poco más bajo que el promedio. ¿Por qué se daba esto? Porque demostraba falta de concentración...Demasiada, exageradamente, no era algo ya muy normal.
A veces, los niños pequeños desesperan tanto a los mayores que uno comienza a desear el querer apagarlos para así poder descansar un momento, si tan solo tuvieran un botón para ello, claro está...Pero Thomas, no, no había manera alguna de calmarlo. Y es que era realmente algo imposible, no importaba cuantos psicólogos visitara ni cuan a menudo fueran estas visitas, parecía solo empeorar con la edad. Así era como la paciencia y la esperanza paternal se acababa lentamente y los amigos comenzaban a crecer, dejando a nuestro aún muy joven Tom atrás…Y cuando comenzaban a hacerlo, también comenzaban a darse cuenta de que tal vez el chico que tanto apreciaban no estaba tan bien como lo aparentaba a simple vista. Así que era mejor alejarse de él. Los niños son crueles y muchas veces resultan creciendo para ser adultos crueles. La minoría resultan en criaturas frágiles y el resto, en monstruos.
Cuando llegó a cumplir sus doce años de solitaria e inquieta existencia, sus padres consideraron que tal vez tomarse todo un año para viajar y relajarse con sus hijos podría cambiar las cosas para toda la familia y especialmente para el menor, así durante este tiempo Europa entera se volvió la carta de terapia de nuestro pequeño diablo. Mientras se alejaban cada día más de casa y de los rostros conocidos, Thomas descubrió que tal vez había algo que le tranquilizaba o tal vez había algo que le controlaba un poco. La voz de su hermana Anne, quien era y siempre será cinco años mayor que él. No había cosa que le intimidase más que ella, ni cosa más adorable que las historias que le inventaba desde muy pequeño para que se callara un momento y durmiera. Thomas en sí, era anexo a su madre y a su padre, pues el lazo nunca resultó para él. De hecho, llegó a dudar si él mismo venía de otra pareja, pero el lazo sanguíneo era verdadero y no había que hacer contra ello, por más que le disgustase. En fin, cosa de tiempo, Anne fue quien tomó siempre el rol maternal desde esas vacaciones en adelante. Aunque ella en sí no lograba el cometido de siquiera notar que su hermanito mentía en cuanto a cómo se sentía. Era una corazonada, era un pequeño tramposo, nunca fue feliz y cada día se sentía peor. ¿Cuántas depresiones no tratadas hubieron? Muchísimas. ¿El daño? Permanente, de seguro. Los niños necesitan distraerse para no pensar cosas de adultos.
¿Qué pasó cuando llegó la pre adolescencia? A los 13, 14 años…Una vez que estuvo de vuelta en casa, su burbuja se rompió. Esta es la edad donde uno se da cuenta de las distintas cosas que pasan en el mundo mientras tú sonríes y donde también te pones a cuestionar sobre lo que las demás personas a tu alrededor piensan de ti, en todo lo que has hecho mal, en que tu futuro es completamente incierto. Aquí es cuando abres tus ojos y por fin despiertas…Para ese entonces, Thomas había dejado de ser hiperactivo, pero había comenzado otra etapa donde no quería salir de su cuarto, ni esforzarse en hablar mucho con su familia. Su auto-estima estaba por los suelos y cualquier pequeña broma sobre su aspecto o forma de ser le traía un poco más cerca a lo que hoy en día es. Durante esta edad, también, tuvo su primer intento de suicidio. El cual culminó en varias semanas en el hospital, sus padres se negaron a aceptar que el chico lo había hecho a propósito e insistieron en que seguramente había sido un accidente. Frustrados ya sus planes, quedó devastado de por vida.
Poco a poco fue tejiendo otra personalidad y no era exactamente un triunfo, parecía más bien que se estaba muriendo cada día un poquito más.
Y con el tiempo se dio que por temporadas, cada cierta cantidad de meses, él cambiaba radicalmente. A veces era un chico sumamente carismático y feliz, que rozaba los extremos de la locura y lo insano si se lo proponía de la buena manera…Luego de un tiempo, quedaba moribundo y bastante insoportable. A veces pasaban meses donde solo llegaba a casa a dormir y cuando salía, era para tan solo pasar tiempo aún más solo. Soledad, no le gustaba, pero era preferible a que le estuvieran tratando de ayudar. Detestaba eso, pues consideraba que la gente debía escarbar un poco más en sus propios asuntos antes de meterse en los ajenos a hacer algo.
Eventualmente el tiempo pasó y él creció, los intervalos entre sus cambios se volvieron mucho más cortos…Ahora eran semanales, a veces incluso era medio día de “esto” y el resto “aquello”…A los 16 años ya estaba acostumbrado a no entenderse y las bolsas de cansancio bajo sus bellos ojos oscuros eran una medalla que representaba su constante lucha psicológica contra sí mismo. Y basta mencionar que, finalmente, serían pocos, pero tenía verdaderos amigos. Y hasta incluso una novia.
Jenny ¿Así le decía, no? Solía hacerle demasiado feliz. Y es que no hay algo que haga más dichoso a un demente que ser correspondido por alguien a quien quiere. O que amenos le hagan pensar eso, por lo menos…Estaba hundido en hacerla feliz y su vida se centraba en verla, esto provocaba que fuera bastante obsesivo y violento. El tenerla a su lado le hacía un peligro a la sociedad. Porque “algo” que puede durar horas en cambiar, cuando estás obsesionado con alguien, puede volverse cosa de segundos. Y Jennifer le estaba estropeando la vida aún más de lo que ya estaba. Porque si alguien decía algo malo hacia ella, él se aseguraría le deformaba la cara, no importaba que él mismo quedara aún peor —y lo hizo—, porque si alguien la tocaba o le miraba lascivamente, se la vería con él —Y sucedió—, pero si ella le decía algo ofensivo…A él, considerando todo lo que le quería…Podría ser que se le pasase la mano a la hora de devolverlo. Pero no había duda de que la quería mucho —solo para él y para nadie más—.
Mientras permanecía en este eterno estado de ceguedad causado por la fémina, uno de sus compañeros de clase murió de cáncer, otro se intoxicó, a una chiquilla la atropellaron cerca de su propia casa…Y además, se corría el rumor de que alguna criatura en el salón estaba embarazada. Aquella aula de escuela estaba maldita, decían las malas lenguas de los adultos y profesores. Decían que era una de las peores generaciones, un montón de trastornados, alcohólicos, drogadictos, precoces. Pero a Tom, por su humilde parte de cabeza perdida en las nubes todo el tiempo, le parecía el paraíso en la mismísima tierra mientras él pudiese ser feliz…Bueno, él posiblemente no era la flor más perfecta y delicada de la tierra, pero así era exactamente como se sentía hacia entonces.
Paso que una noche entre los revuelos de la vida y las caricias de pareja, una verdad salió al aire solo para que el joven despertara. Las palabras se le habían clavado en lo más hondo de la piel que recubría sus orejas y le había quitado el brillo permanentemente de los ojos. Aquella criatura que estaba encinta en su escuela era nada más ni nada menos que su novia quien tuvo que explicarle que el engendro en camino ni siquiera era suyo. No hubo, mucha conversación luego de “eso”, Thomas se sentó a su lado a fumar por un par de horas, devastado. Cuando volvió en si, como si de pronto un fuego desconocido le recorriera el cuerpo e busca de un lugar en donde extinguirse en pura ira, fue entonces cuando dio el paso final y dejó la marca de la palma de su mano plasmada fuertemente en la mejilla izquierda ajena, seguido de una pelea bastante acalorada. Parecía el estereotipo común del “esposo maltratador”, pero se sentía obligado a ello.
Un chico que en tan solo una noche volvía a ser él mismo se largaba de los dulces brazos femeninos que le habían rodeado la espalda por tantas noches. Vagaba endemoniado, con los cigarros saltando en su bolsillo y con las manos moviéndose inquietas como si quisieran estrangular a alguien...Deshumanizándose, tragándose su antiguo orgullo…La mente de niño se derretía sobre un campo de fuego donde solo con una charla todo se había encendido en llamas en su cabeza. Aquí fue cuando pensó “debí haber escuchado a mis amigos antes”, repetidas veces. ¿Cómo era posible? Le habían advertido tantas veces sobre que a su “ángel” le gustaba revolcarse a menudo con todo tipo de hombres, si quiera tal vez Thomas era su primera pareja formal.
Tras un par de semanas eligió el irse a vivir con su mejor amigo, Jarrett. Y también prefirió emanciparse de sus padres, pues se consideraba solo un problema más y no quería hacer bulto en casa. Ahí fue cuando comenzaron otros problemas y otros placeres…Consumo de alcohol poco moderado, que culminó en un par de detenciones. Planificación de suicidios que terminaban como noches enteras y solitarias en el hospital (Pues Jarrett tenía turnos de noche en el trabajo y no podía cuidar de Thomas tanto como hubiese deseado hacerlo). Fuertes peleas recurrentes con completos desconocidos en medio de la calle y finalmente el dejar de asistir a clases. Apenas se mantenía en las piernas.
Entre tanto, había tenido más parejas, tanto hombres como mujeres. Pero las cosas nunca resultaban muy bien ni lograban distraerle más que una noche. Se aburría fácil.
Un día llego a su casa y su querido amigo había logrado lo que él nunca pudo. Estaba colgando del techo con una corbata apretándole el cuello y sin los latidos que antes abundaban en su pecho…Después de todo lo que había pasado, él era el único que le daba algo de apoyo personal, especialmente porque no importaba que pasara, siempre le hacía reír. ¿Entonces, qué le había sucedido? No quería investigar, se echó toda la culpa y se quería morir. Se sentía una persona pésima, aunque en el fondo él se hacía pensar todo esto solo sobre si mismo para buscar más razones de estar solo y matarse de la peor manera que se le ocurriera.
Definitivamente era una razón más para irse de este mundo, ni siquiera estar en el funeral de quien tanto había querido era algo que le interesara…Una semana luego de aquel incidente sus padres insistieron en que volviera a casa, con ellos, pero cuando esto pasó el resultado fueron aún más peleas. No quería que lo asistieran, ni que lo tocaran, no quería escuchar a nadie ni recibir consejos. Los comenzaba a odiar, simplemente se volvió a escapar y no volvió a aparecer por muchas semanas. Lo habían dado por muerto, claro. Y si no, estaría por ahí drogándose.
Pasado algún tiempo, lo encontraron inconsciente en medio de un puente de su ciudad, con el gato de su ex-pareja durmiéndole en las piernas. Había estado consumiendo somníferos y quien sabría lo que había hecho. Tampoco es como si se acordara, aquellas semanas le siguen borrosas y aceleradas, pero todo el metálico sabor a sangre que sentía no le daba un buen presentimiento.
Lo siguiente que supo luego de despertar fue la voz de su hermana diciéndole que todo estaría bien. Había decidido llevarlo a un Psiquiátrico para que lo ayudaran y ahí estaba, tirado en una cama de nuevo, mirando a un techo desconocido. ¿Por qué no tan solo le dejaban morirse? Era una crueldad el mantenerlo con vida.
OTROS DATOS
Jack - Nico Nico singer
• No es muy buena idea dejar ningún tipo de pastillas a su alcance.
• Aveces lee algún libro por gusto propio, lo distrae.
• A pesar que la poca gente con la que ha salido han sido mujeres, suele sentirse más cómodo con compañía masculina.
• Nació en Inglaterra, pero su padre es de origen francés. Como sea, sabe algo del idioma.
• Se pone muy nervioso con heridas ajenas, es propenso a desmayarse y simplemente no soporta que le hablen sobre operaciones o doctores.
• Es vegano.
• No es nada fuera de lo común que de un día a otro despierte completamente devastado.
• Es un desastre con las palabras.
• Ama la lluvia, el sol le pone idiota. En verano se la pasa con cortinas gruesas para que se mantenga oscuro.
• Tiene épocas de bulimia nerviosa.
• No es muy buena idea dejar ningún tipo de pastillas a su alcance.
• Aveces lee algún libro por gusto propio, lo distrae.
• A pesar que la poca gente con la que ha salido han sido mujeres, suele sentirse más cómodo con compañía masculina.
• Nació en Inglaterra, pero su padre es de origen francés. Como sea, sabe algo del idioma.
• Se pone muy nervioso con heridas ajenas, es propenso a desmayarse y simplemente no soporta que le hablen sobre operaciones o doctores.
• Es vegano.
• No es nada fuera de lo común que de un día a otro despierte completamente devastado.
• Es un desastre con las palabras.
• Ama la lluvia, el sol le pone idiota. En verano se la pasa con cortinas gruesas para que se mantenga oscuro.
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Última edición por Thomas Bourget el Jue Mar 20, 2014 1:25 pm, editado 10 veces
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Cuando termines vuelves a postear para saber que tu ficha ya ha sido TERMINADA
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