|Armand Bertrand | Le petit sadique |

Un rostro dulce no puede ser malvado, ¿verdad?

Armand Bertrand

FÍSICO

Armand mide a penas 1'54 centímetros, y pesa cuarenta kilos. Es delgado y a pesar de ser bajito tiene piernas largas, un trasero redondo y respingón que siempre resalta utilizando shorts femeninos ajustados. Su cabello es rubio muy claro corto por encima de los hombros, casi llega a tener mechones blancos, sus ojos acompañan esta tonalidad con un celeste pastel, son grandes y de pestañas largas. De tez nívea y piel muy tersa, suave a la vista y al contacto. Siempre está vestido de forma extravagante, tiene un estilo victoriano mezclado con gótico a la hora de elegir la ropa, siempre es algo sensual y llamativo, le gusta usar portaligas y cosas por el estilo.
Siempre podrás verlo con un aire dulce en el rostro, por lo menos al principio, que es cuando intenta hacer buena letra para que luego los demás hagan lo que quiere.
Puede decirse que es algo femenino a la hora de moverse o hablar.
Tiene algunas cicatrices repartidas a lo largo del cuerpo gracias a las golpizas de su primer padre adoptivo.

PSICOLOGÍA

A pesar de su edad Armand tiene una personalidad claramente dominante, le encanta mandar y ser el centro de atención, haría cualquier cosa para conseguir algo que desea, desde llorar y retorcerse en el suelo, amenazar con suicidarse o incluso cometer un homicidio. Gracias a su trastorno no será fácil describirlo en su totalidad, se puede decir que es un chico infantil e inmaduro, que siempre quiere tener el control. Le gusta infligir dolor a los demás, al igual que humillarlos siempre que tenga la oportunidad, obteniendo placer propio a cambio (incluso llegando a ser excitante para él). No es que no le guste ponerse en el otro papel, es una persona muy sexual a pesar de tener tan solo catorce. Descarado, provocador. Siempre está buscando la forma de seducir a los demás, ya sea con su ropa extravagante o su lenguaje corporal.
Caprichoso, demandante. No le gusta que lo hagan esperar, si dice algo, quiere que se cumpla al momento. No temerá alzar la mano para golpear a nadie, no le importa si es más grande que él, no sabe medir las consecuencias y a veces termina lastimado por eso, aunque algunos se apiadan al verle tan dulce (a pesar de todo sigue siendo un niño), no es consciente de su tamaño (pequeño) y se enfrentará a cualquiera que lo moleste.
No es ningún cobarde y no tiene pelos en la lengua, si tiene que decirte algo lo hará, y más que nada porque no puede controlarse.
Manipulador, un pequeño de dulces ojos azules que te hará caer en sus redes antes de que puedas darte cuenta, poco a poco hace que todos sean sus aliados y no al revés, no es ningún idiota en ese sentido. Es un abusador de esta habilidad, un tierno maestro del engaño. Es consciente de que su apariencia es agradable a la vista y aprovecha esto también para conseguir lo que quiere. No acepta un no como respuesta.
Se obsesiona muy fácil, tiene una personalidad que se vuelve adicta a las cosas que lo hacen sentir bien o le agradan.  

HISTORIA

Armand nació en Barfleur, Francia. Su madre murió cuando le dio a luz y su padre decidió dejarlo en un orfanato porque tenerlo cerca sería un recuerdo muy doloroso.  La primera vez que lo adoptaron fue cuando tenía apenas 9 años,  un hombre viudo que quería un pequeño hijo para no sentirse tan solo. Éste abusaba de él física, sexual y verbalmente,  era alcohólico y jamás estaba en casa, pero cuando llegaba lo hacía borracho y listo para violar a Armand o darle la paliza de su vida. Poco a poco la personalidad dulce y aniñada del pequeño comenzó a cambiar, empezó a volverse oscuro, retraído. No hablaba con nadie y en la escuela todos se burlaban de él por ser adoptado.  Un buen día una maestra en la clase de gimnasia notó varios moretones y marcas sexuales (chupones) en la piel del niño, por lo que recurrió a las autoridades.  Nuestro rubio fue a parar de vuelta al orfanato, nada más que ahora guardando un rencor hacia los demás muy grande. Allí vivió hasta que cumplió 13 años, su comportamiento había cambiado, ahora se ponía a jugar tranquilamente y de repente saltaba a atacar a sus compañeros, o lo contrario, hacía un berrinche terrible, arrojaba cosas, mordía, pataleaba, y a los segundos estaba bien otra vez.  Había vuelto a hablar con la gente, pero tomaba una actitud de alguien mayor, decía groserías y enseñaba cosas a sus compañeros sobre sexo. En una ocasión lo adoptaron una pareja de recién casados, pero terminaron  devolviéndolo al día siguiente. Siempre traía problemas, la gente del orfanato no sabía qué hacer con él, pero hubo algo que hizo que terminaran por decidirse:
Armand en su segunda “visita” al orfanato, se enamoró de uno de los cuidadores, era alto, de cabello negro, ojos rasgados color miel y un buen tamaño en cuanto a contextura física. Tendría unos 30 años. En repetidas ocasiones había intentado abalanzarse sobre él, besarlo, etc. a lo que el hombre respondía con solo rechazos, después de todo era solo un niño y encima estaba mal de la cabeza. Un día de lluvia, sumado a una tormenta eléctrica terrible, Armand se levantó de su cama con miedo (le tiene fobia a éstas) buscando contención. Sus compañeros dormían en una habitación diferente por seguridad, y la más cercana era la de su amado. Se escabulló por los pasillos y sin hacer ruido espió por el picaporte, encontrándose con una escena que quedó hasta el día de hoy grabada en su mente. Su "amor" y la cuidadora que más odiaba estaban teniendo sexo, los iluminaban los rayos cada tanto. El rubio se quedó observando la escena unos segundos sintiendo que su corazón se había partido, apretó fuerte los puños e intentando controlar el ataque de pánico que venía corrió hasta la cocina, buscó con desesperación un cuchillo, tirando todo lo que había en los cajones, revolviendo alacenas y muebles. Finalmente lo encontró. Volvió con una calma muy forzada y se escondió en las sombras. Se abrazó a si, con los ojos bien abiertos sin parpadear y lágrimas que caían de éstos, esperó hasta que la mujer saliera, cuando lo hizo, ni siquiera notó su presencia. Entonces se deslizó por la puerta  en silencio, dando pequeños pasos hasta la cama donde ya dormía el cuidador. Se acercó a él y sentándose sobre su cuerpo le acarició el rostro, el hombre abrió los ojos lentamente, dando un pequeño respingo al encontrarse con la sorpresa. Armand sonrió de forma pícara y le puso un dedo en los labios, susurrando un leve "shhh"; antes de que el otro pudiese reaccionar, lo apuñaló con una fuerza descomunal mientras lloraba y se permitía gritar a causa del ruido de los truenos que opacaba aquellos sollozos "SI NO ERES MÍO, NO SERÁS DE NADIE, NO LO SERÁS" jadeaba ya sobre el cuerpo sin vida del otro, acurrucándose sobre su pecho sangriento y abrazando al cuerpo frío "Lo lamento mi amor, pero has sido un chico malo" murmuró.
Al día siguiente fue descubierto y el orfanato prefirió mantenerlo en secreto, eso sí: había que deshacerse de Armand. Buscaron un lugar lejano y terminaron por mandarlo al hospital psiquiátrico en Escocia, Asylum Madness. Este hecho quedaría por siempre en los recuerdos de los que vivían allí, pero no podían permitirse hacerlo público por el temor al cierre del lugar.

OTROS DATOS

 
Curiosidades:
- Es en realidad muy frágil mentalmente, tocar algún punto clave en su mente lo hará derrumbar.
- A pesar de todo sigue siendo solo un niño, caprichoso e inocente de cierto modo (más que nada ingenuo con los sentimientos)
- Se enamora (obsesiona mejor dicho) demasiado fácil, incluso puede estar obsesionado con varias personas a la vez o varias cosas.
- En cuanto al sexo es pasivo solamente por ser el que "recibe", ya que siempre prefiere tomar la iniciativa.
- No es alguien miedoso pero le tiene fobia a las tormentas (más que nada cuando son eléctricas)

Físico:
Alois Trancy - Kuroshitsuji